Amaxofobia: Temor a conducir.

02 Octubre 2015
Publicado en Blog Autoescuela

La amaxofobia o fobia al manejar probablemente sea perjudicial para tu vida porque te evitará de ir a lugares a donde tenes que ir (como de compras, citas, etc.) e incluso puede interferir con trabajos o estudio.

La ansiedad que no te deja manejar te está controlando, no quiere que conduzcas, o al menos que no lo hagas cómodamente. Debes hacerle frente para que puedas volver a tomar el control y la confianza necesario. Te dejamos algunas sugerencias para que pongas en práctica y puedas dejar el miedo atrás.

1 - Comprendiendo las fobias:

Si bien las fobias tienen un origen genético y natural, probalblemente la de manejar no lo sea. Sin embargo si eres una madre con este miedo, probablemente puedas transmirselo a tus hijos fácilmente. Una forbia puede surguir en las siguientes situaciones:

  • Estuviste involucrado o presenciaste un accidente automovilístico
  • Te gritaron o provocaron mucho cuando intentaste aprender a manejar.
  • Fuiste una víctima, o incluso un perpetrador, de la furia al volante.
  • Te estresa el tráfico y lo encuentras insoportable.
  • Realizaste un viaje peligroso o aterrador que no terminó en un accidente, pero pudo haberlo hecho y eso te causó ansiedad. Por ejemplo, conducir en una nevada, hielo, a través de un área reconocida por su población de alces o venados, algún animal saltó frente a tu carro (pero lo evitaste por poco), lluvia tempestuosa, niebla, o humo hicieron que manejar fuera muy difícil, etc.
  • Estás asustado por haber leído o escuchado historias en las noticias acerca de accidentes aparatosos.

2 - Conócete a vos mismo, y la fobia

Cuando la fobia ataca, puedes sentir muchas emocione sy reacciones físicas que evidencia tu temor. Algunas son tranquilas y otras puede debilitarte. Los síntomas clásicos incluyen:

  • Dejar de hacer la actividad. Tal vez ni siquiera puedas conducir un auto ya; o tal vez nunca has intentado obtener tu licencia o conducir uno incluso.
  • Sentir reacciones físicas como sudar, dolores de cabeza, labios que hormiguean, dolores en el pecho, palpitaciones del corazón, náuseas y deseo de vomitar, vómito, garganta seca, sentir que te desmayas, piernas "de gelatina", mareo, etc.
  • Sentirte irreal o fuera de lugar, como si no fueras tú quien está realizando la actividad, sino alguien más, o tal vez sientas como si hicieras todo en automático. En su forma más peligrosa, estos sentimientos pueden ser acompañados por pensamientos acerca de girar bruscamente el volante hacia el carril de otro vehículo y sentir que no puedes evitar hacerlo.
  • Creerás que el vehículo está funcionando mal, que una rueda esta floja o desinflada, y te darán ganas de frenar, lo harás mucho más seguido brusco que una persona sin esta patología, la ansiedad se apodera de vos.
  • Harás viajes muchos más largos para evitar caminos a los cuales les tenes miedo, por más ilógicos que estos sean.
  • Empiezas a dar excusas cuando la situación pretende que lleves a alguien, diras muchas excusas tontas en vez de admitir tus miedos a los demás.

3 - Busca ayuda

Puede ser muy difícil superar una fobia por ti mismo, especialmente si la has dejado crecer durante un periodo de tiempo, pero las fobias pueden ser tratadas fácilmente y no buscar ayuda te hará sufrir interminablemente. Tu fobia a manejar te hace vulnerable porque tu juicio puede ser nublado fácilmente cuando conduces; buscas evitar cualquier cosa que te ponga ansioso (como evitar autopistas, acelerar para alejarte de carros o camiones, sentirte mareado en túneles estrechos, etc.). Consulta con tu doctor primero y discutan cómo te sientes, para que tu doctor pueda confirmar que tienes una fobia. Probablemente después te recomendará un tratamiento, que incluirá ver a un terapeuta que se especialice en la reprogramación cognitiva. Junto con la ayuda que estás recibiendo de esa persona, los pasos que siguen te ayudarán a superar tu fobia.

  • Elige una terapia de acuerdo con lo que se sienta mejor para ti además de hablar con tu doctor. Tal vez también quieras hablar con alguien más que conozcas que haya sido tratado por una fobia o ansiedad a manejar para ver lo que ellos hicieron para superarla. La persona o personas que escojas para ayudarte deben ser empáticas; a veces la gente no entiende qué tan aterrador puede ser tener una fobia a manejar, porque es una actividad tan común; si la persona que te ayuda se comporta así, encuentra a alguien más compasivo.
  • Busca con quien hablar. Hablar acerca de tu fobia es importante porque es una clave de enfrentarla y aceptar que debes hacer algo al respecto. Al menos una de tus opciones de terapia debería involucrar hablar.
  • Considera una escuela de manejo o clases de manejo defensivo. Algunas personas se especializan en ayudar a los conductores ansiosos a regresar a las calles, con lecciones prácticas en lugares seguros que eventualmente te lleven a las calles o lugares que más temes. Búscalos en línea o en el directorio y habla con ellos sobre lo que ofrecen.

4 - Evita el pensamiento absolutista o en blanco y negro

Convencerte a ti mismo que estar en un carro atraerá un accidente es un tipo de pensamiento en blanco y negro. Casi siempre surge de un aprendizaje a raíz de una experiencia, típicamente de estar involucrado en un accidente de carro. Básicamente, estás sugestionándote que cuando no estás en el carro, estás a salvo de accidentes, pero que cuando estás en uno, tendrás un accidente. Y mientras decir cosas como "las carreteras son peligrosas" y "conducir largas distancias es peligroso" tal vez sean verdad, repetirte estos enunciados una y otra vez como justificaciones para evitar conducir no ayuda nada para aliviar los peligros potenciales; simplemente confirma el problema y evita la realidad de que puedes hacer cosas para minimizar los peligros.

Acepta que conducir es peligroso si se hace irresponsablemente. Por lo tanto, conduce responsablemente. Conduce con cuidado, mantente siempre alerta y conoce tus limitaciones. Nunca tomes y manejes. Si estás cansado, esa es una buena razón para detenerte y descansar o esperar hasta que no estés cansado antes de manejar. Pero estar cansado no es una razón para nunca volver a manejar; es un estado que pasará.

5 - Aprende a reducir tu tensión cuando estés al volante

Cuando estás tenso y nervioso, evitas que la información sea recibida e interpretada por tu cerebro. Practica relajarte antes de que conduzcas. Si notas que te tensas mientras manejas, ponte tenso conscientemente y luego deja ir toda la tensión conscientemente. Sigue haciendo esto hasta que se convierta en algo natural relajarte cada vez que notes que te pones tenso. Sin la tensión, serás un conductor más seguro, y por consiguiente controlarás la experiencia de manejar más efectivamente.

Si no puedes aprender a relajarte por ti mismo, pídele ayuda a tu terapeuta para lograrlo.

Si sufres ataques de pánico, aprende a sobrellevarlos. Tener tu ansiedad bajo control te beneficiará en general, no sólo cuando conduzcas.

6 - Vuelve a manejar de manera gradual

Si no has estado manejando, tal vez pueda serte de ayuda volver a manejar despacio, a pasos pequeños. Sólo haz esto si has confrontado las reacciones físicas y emocionales a tu fobia con tu terapeuta.

  • Siéntate en el carro y familiarízate con todo de nuevo. Mueve las palancas, el volante, los botones, etc.
  • Haz pequeños viajes en calles locales con las que estés familiarizado. Incrementa gradualmente el tiempo que pasas conduciendo desde tu casa hacia otro lugar. Toma descansos regularmente, como 10 minutos de descanso después de 5 minutos de manejar. Intenta escribir lo positivo y negativo de conducir. Luego encuentra soluciones para los aspectos negativos con los que no te sientas a gusto.
  • Conduce más lejos hacia lugares menos familiares. Sólo haz esto una vez que estés convencido que no necesitas volver a casa en apuros porque empiezas a sentir pánico.
  • Conduce en autopistas, carreteras o alguna otra calle transitada de nuevo. Haz que alguien te acompañe cuando hagas esto de nuevo y tómalo despacio. Averigua dónde están todas las salidas de antemano para que puedas salirte a tiempo si lo necesitas (usa un navegador GPS para ayudarte).
  • Ayúdate a hacer las cosas más sencillas. Ten el dinero suficiente para estacionarte para que puedas entrar a un estacionamiento en vez de tener que batallar al final de tu viaje buscando estacionamiento barato o gratis. El dinero extra gastado en un estacionamiento fácil puede valer la pena, pues puedes usar el tiempo que hubieras gastado buscando estacionamiento gratis para calmarte y tranquilizarte, sabiendo que hiciste un buen trabajo.

7 - Usa afirmaciones para confirmar que estás haciendo lo correcto mientras conduces

Las afirmaciones son una manera de recordarte que estás en una buena situación. Cuando conduces, el tipo de afirmaciones que puedes usar incluyen:

  • Estoy conduciendo con cuidado y dentro del límite de velocidad. Conducir con cuidado es conducir seguro.
  • Conducir es una actividad común de cualquier día. Soy un conductor alerta participando en una actividad común con cuidado.
  • No tengo que manejar rápido, puedo manejar en el carril derecho si quiero ir más lento que otros carros.
  • No tengo que arriesgarme a cambiar carriles al último momento. Si me paso de donde tenía que voltear, puedo retornar en algún lado donde sea seguro hacerlo.
  • He planeado este viaje de inicio a fin. Sé a dónde me dirijo y cuándo tengo que hacer cambios de carril y dar vuelta. Estoy bien preparado.

8 - Adecua el carro para mejorar la seguridad de tu manejo

Existen ciertas cosas que puedes hacer para sentirte más seguro en el carro:

  • Revisa que tu espejo retrovisor esté alineado propiamente cada vez que te subas al carro para manejar.
  • Revisa que tus espejos laterales estén alineados apropiadamente cada vez que vayas a manejar.
  • Ajusta el asiento de acuerdo a cómo se siente. Durante el día, tu postura tiende a cambiar entre más cansado estás, así que haz ajustes mejorando la posición de tu asiento.
  • Repara lo que falle inmediatamente. Cuando cualquier cosa falle en tu carro, haz que lo reparen de inmediato; incluso si el carro aún funciona, tener partes dañadas es peligroso y puede llegar a causar daño en otras partes del carro o causar accidentes. Incluso un espejo lateral roto o un faro descompuesto puede ser peligroso. Deja que tu mente se tranquilice con estas reparaciones rápidas.

9 - Practica conducir de manera Zen

Esto te puede ayudar a relajarte e ir con la corriente. Esto tal vez sea suficiente para ayudarte a superar tu miedo un poco, si no es que por completo.

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